REFLEXIÓNES
Y COMENTARIOS SOBRE LA PROFECÍA
La Profecía, como puede
observarse, consta de 9 partes. La primera parte parece ser un anuncio amplio y
muy general de los acontecimientos, mientras que cada una de las siguientes
partes se refieren a aspectos especiales y particulares dentro del esquema
general presentado en la 1° parte.
Para comprender bien la
Profecía conviene leerla varias veces, con mente abierta, dejando que las
partes encuentren su interrelación en el subconsciente, para así poder llegar a
verla, no como partes separadas, sino como un todo armónico. Es decir que esta
Profecía (como ocurre con muchos otros símbolos) no puede ser develada con el
simple pensamiento lineal, sino que se requiere de una actitud mental
holística.
Quien escribe ha realizado
esa labor reflexiva y meditativa durante cierto tiempo y presenta aquí el fruto
del esclarecimiento que hasta el momento de presentar este escrito obtuvo. Toda
interpretación, si se realiza con mente abierta, puede ir variando con el tiempo
conforme se profundiza en la investigación y meditación sobre el asunto. De tal
manera que, lo que a continuación se presenta, no debe tomarse como una
“conclusión” invariable, sino como un escalón de comprensión que tal vez pueda
servir a algunos investigadores.
I-
Inicio
de la Profecía
“Tronarán los sillones de poder.”
El comienzo de la Profecía
anuncia de esta manera ‘el principio del fin’ del poder anticrístico
apoltronado en los grandes gobiernos y en los Bancos mundiales.
“Bajarán las banderas los pueblos arruinados por la masacre.
Se encontrarán como hermanos más allá de los colores.”
Las palabras “masacre” y
“banderas” del primer verso nos hace suponer una gran guerra en la cual
estarían involucrados muchos países; tal vez una gran guerra mundial, la
tercera (ya profetizada antes, y que se dice que tendría corta duración).
Las guerras son mayormente
creadas por intereses económicos y políticos, para adquirir dominio, poder y
beneficios a costa de la vida de los pueblos. En el segundo verso se muestra
que después de la ruina, o ante una gran dificultad común y sin la presión de
poderes externos, el ser humano en general es capaz de olvidar las divisiones y
volcarse a la solidaridad. Después de la gran guerra habrá un tiempo de
aparente paz, pero solo transitoria, antes del Fin.
“La ‘falla’ comenzará en el interior del Planeta, en los
candentes magmas de la tierra, y brotará como explosión en la superficie.
Erupciones como esta se repetirán secuencialmente en distintos
sitios del Globo.”
Este párrafo anuncia eventos
telúricos globales que se iniciarían luego de la gran guerra. Estamos hablando
de erupciones repetidas a través de fallas geológicas y volcanes activados en
cadena que irían recorriendo y cubriendo todo el Planeta.
Las causas de estas
erupciones explosivas globales pueden ser:
1- De
causa humana: Leemos en el conocido libro “Concepto
Rosacruz del Cosmos”, página 450, (de Max Heindel) lo siguiente:
“Se
puede deducir fácilmente que las tendencias reflejadas de inmoralidad y
antiespiritualidad de la humanidad son las que despiertan esas fuerzas de la
naturaleza del séptimo estrato (de
los 10 estratos de energía que conforman la vida planetaria) a una actividad destructora, y puede
comprobarse generalmente que los pueblos degenerados son los que sucumben en
esas catástrofes. Esos pueblos, juntos con otros cuyo destino generado bajo la
Ley de Consecuencia, por varias razones, entraña una muerte violenta, son
llevados desde los diferentes países por fuerzas suprahumanas, hasta el sitio
donde debe ocurrir la erupción. Para todo pensador, las erupciones volcánicas
del Vesubio, por ejemplo, serían una corroboración de la afirmación que
acabamos de hacer. La lista de esas erupciones durante los últimos 2000 años
muestra que su frecuencia ha aumentado en proporción directa al crecimiento del
materialismo.”
Ese
párrafo se refiere a la influencia que las energías humanas discordantes
globales (astrales y mentales) sostenidas en el tiempo, pueden llegar a
producir en ciertos estratos sensibles del Planeta, lo cual influiría
decisivamente en el magma y las presiones internas de la Tierra. El autor
afirma que esto es real y que hay ejemplos históricos repetidos que lo
comprueba.
2- De
causa astronómica: Las causas astronómicas que pueden producir
erupciones globales no se desligan de la causa humana, ya que un Planeta muy
afectado por el desequilibrio de su “tejido humanidad” puede atraer también
catástrofes astronómicas, como la caída de meteoritos o acontecimientos de
índole negativa para la vida planetaria. Esta afirmación se basa en la secreta
pero estrecha interrelación entre todos los cuerpos y entidades existentes. Esto
obedece a la interacción de dos Leyes Cósmicas: La Ley de Interdependencia y la
Ley de Atracción. (‘Todo se relaciona’ y ‘lo afín atrae lo afín’).
Una
parte posterior de esta Profecía narra sobre la llegada al Sistema Solar de un
astro, el ‘Planeta X’ o ‘Ajenjo’ (palabra empleada también en el Apocalipsis
bíblico), lo cual sería un evento astronómico decisivo en los Tiempos Finales,
(tema que tocaremos mejor cuando llegue esa parte de la Profecía).
En cuanto a
las causas astronómicas de las erupciones, podemos decir que el Planeta X
afectaría terriblemente a la corteza terrestre. Se sabe que existe un agrietamiento de la misma provocado por diversas
causas naturales, que tiene muchos miles de kilómetros de longitud en toda la
Tierra y una profundidad promedio de 2,5 km de promedio. Estas grietas son más
frecuentes en el océano Pacífico. Los terremotos y erupciones han ido en
aumento en las últimas décadas principalmente. A medida que el ‘Extraño Planeta’
vaya pasando cerca de la órbita terrestre, su enorme fuerza gravitacional
ejercería una fuerza de atracción extrayendo al magma fundido hacia la
superficie terrestre, y esta sería una causa (astronómica) de las erupciones
secuenciales globales de las que habla esta Profecía. No es difícil deducir que
la enorme fuerza de atracción del Planeta X (que se supone muchas veces mayor
en tamaño a la Tierra) también podría producir una variación de la posición del
eje terrestre; y no se descarta que con su paso se produzca simultáneamente la caída
de uno o más meteoritos, que podrían acompañar al astro visitante, e impactar
sobre la Tierra; lo cual sería una causa posible más de terremotos y erupciones
globales. (Este tema se verá mejor en la parte IV de la Profecía).
Los armamentos de los hombres serán sepultados por las fuerzas
de la Naturaleza y las armas letales y nucleares desactivadas por Inteligencias
extraterrestres.
El “desarme”, tema tratado, ‘ficticiamente’,
por las potencias de gobierno mundial y jamás llevado a cabo, será finalmente
producido en manos de las fuerzas de la naturaleza y de Inteligencias dévicas y
angélicas dotadas de poderes y tecnologías especiales para llevarlo a cabo.
Las sucesivas razas humanas
que han aparecido en la Tierra han sido testigos en las distintas culturas y
edades de estas Fuerzas Inteligentes del Cosmos Sideral que siempre han seguido
al hombre en su evolución. Visitas extraterrestres a la Tierra siempre hubo y
no todas fueron “crísticas”, pero las que cita este párrafo, son fuerzas
extraterrestres crísticas, teológicamente conocidas como las “Huestes de
Cristo”, las cuales efectuarán el ‘desarme’ en los Tiempos Finales.
Este orden será…; ocurrirá en este tiempo solar, cuando el
hombre menos lo espere y cuando “el orden mundial” oscuro del poder y el oro
material esté casi instalado.
Entonces sí…, “EL OTRO ORDEN” emergerá y diezmará a las fuerzas
siniestras de la materia.
“Este tiempo solar” del que habla la Profecía, sería el tiempo de
vida del ciclo evolutivo de la Raza Aria. Es decir que antes que la ‘Edad Aria’
finalice ocurrirían los Eventos del Fin.
En este párrafo se hace
mención a 2 tipos de “orden mundial”. Estos serían los siguientes:
1- El llamado “nuevo orden mundial”
que está impulsado por un puñado de familias dueñas de la economía mundial (El
Anticristo como cuerpo de doctrina materialista). Son los que desean poseer el
control total, y para ello siempre están armando planes para el control humano
y económico total y global. Ese orden es, claro está, “anticrístico”.
La
expresión nuevo orden
mundial ha sido empleada
por primera vez por el Presidente Wilson haciendo un llamado, después de la Primera
Guerra Mundial, para la creación de la
“Liga de Naciones”,
antecesora de las Naciones
Unidas. La frase fue usada luego, con cierta reserva, al final de la Segunda
Guerra Mundial, cuando se describían los planes para la creación de las
Naciones Unidas debido a la
asociación negativa resultante del fracaso de la Liga de Naciones. El uso más
amplio y reciente de esta expresión se origina sobre todo con el final de la Guerra Fría. Los
presidentes Mikhail Gorbachev y George H. W. Bush usaron ese término para tratar de definir la naturaleza de la
posguerra fría y el espíritu de cooperación que se buscaba materializar entre
las grandes potencias. (Hasta
aquí…, aparentemente, todo bien…)
Pero no son
pocos los investigadores y pensadores que sostienen que detrás de la fachada de
la “cooperación mundial” entre naciones, se esconde una secreta motivación de
concentración de poder y dominación global, que estaría en manos, como dijimos,
de un puñado de familias o “mafias”, que
mantendrían su poderío manejando, a través de los Bancos Internacionales, un
perverso sistema capitalista fagocitante de las masas y los pueblos.
2- “El Otro
Orden”, sería un orden mundial basado en la ética y el bien común de todos los
seres. Es el “Orden Crístico”, el cual sobrevendrá y finalmente se impondrá al
orden anticrístico.
Todo lo que fue construido en base al “yo” será derrumbado, y
todo lo edificado a partir de entonces será construido con cimientos en el
corazón de la Verdad y la Paz.
El Plan así lo señala, y así acontecerá.
Este párrafo se relaciona al
anterior, porque el orden mundial oscuro solo es posible en un mundo donde en
la humanidad aún reina el egoísmo en general. Todo lo que ha sido edificado con
la energía del deseo y la ambición ego-centrista debe necesariamente
desaparecer para que un mundo nuevo basado en el Amor verdadero pueda nacer.
II-
El
Cristo y su labor
El Ángel de la Presencia Universal descenderá entre los hombres.
Estará sentado entre las naciones, y una prolongación de Su
Presencia Solar estará encarnada en cada pueblo y nación, ofreciendo ayuda
directa.
En este párrafo se muestra
que a partir de determinado momento, de gran crisis mundial generalizada, la influencia del Poder Crístico
se acrecentará grandemente en las naciones. La influencia crística (a través de
hombres conectados espiritualmente) será orientadora y de unión, paz y
concordia, aportando soluciones para el bien común, que irán en contra de las
agendas perversas del Poder Oscuro de los gobiernos de turno.
Es decir que, antes de venir
como JUEZ IMPLACABLE, Cristo desciende a la humanidad como amor, caridad y luz
a los corazones de miles de fieles y contactados que están preparados para
recibirle, en todas partes del mundo. A través de estos fieles Cristo trabaja
sirviendo a los desesperados y enfermos en un Planeta en plena crisis. De esta
manera muchas almas que estaban “extraviadas”, se arrepienten y convierten y
así son “salvas” y serán protegidas durante los embates de la Tribulación
Final. Se podría pensar que esto ya está ocurriendo en el mundo, y es cierto,
pero se acrecentará en el tiempo futuro, al aumentar y globalizarse la crisis
planetaria. Hoy la crisis es sectorizada, siendo mucho mayor en algunas zonas
que en otras que aún gozan de cierta armonía; pero en el tiempo que este
párrafo de la Profecía señala, las crisis será total y GLOBAL, y como se
explicó, el Cristo acrecentará su presencia y actividad.
Lo reconocerán los que tengan el ‘Ojo Interno’ activo.
Su sello será la Paz y la Verdad.
El término “Ojo Interno”
debe interpretarse ampliamente. No se habla aquí de la clarividencia
propiamente dicha, sino de una percepción abierta, amplia y profunda de la
realidad. El ‘Ojo Interno’ activo significa la capacidad de percibir la verdad,
en forma directa. En aquel tiempo, cuando las Fuerzas Crísticas estén mucho más
activas y operantes en los tiempos de crisis, serán percibidas como “Cristo
Vivo” solo por los que puedan “verlo” gracias a su apertura interna.
Aún así, el Poder Oscuro no doblará aún sus rodillas y luchará
para mantenerse en pie. Estos últimos ‘coletazos’ del Mal alcanzarán expresión
en guerras y caos social; pero entonces será el Fin.
La guerra generada por el
Poder Oscuro introducido en los grandes gobiernos, habrá sido uno de sus
últimos recursos para mantener dominio y poder sobre el mundo, pero sin obtener
los resultados deseados. Cuando esa Guerra llegue, esa será una señal clara del
‘Fin’: será el tiempo del Gran Juicio Final.
Para entender este tema cósmicamente
es necesario considerar el siguiente concepto: “El ‘Mal Planetario’ es como una
“gran entidad” cósmica, introducida en la Tierra (hace millones de años) para
dominarla a través de los gobiernos de turno. Sus fines son anticrísticos, es
decir, contrarios a la ética del bien común. El Regreso del Cristo Universal como Juez ‘exorcizará’ al planeta del
Mal Cósmico.
Considerando este concepto,
se podrá ir comprendiendo cada vez más y mejor el alcance del Juicio Universal
y la envergadura del Poder Crístico.
Después de un tiempo de revueltas y sacudidas descenderá EL…; el
mismo Ángel de la Presencia, el que ya está en la Tierra, “descenderá”, con
Poder y Gloria desde los cielos ultérrimos bajará.
Este es, visiblemente, el
Retorno de Cristo como Juez Universal de las almas. A pesar de que la Presencia
y la Energía Crística ya están en la Tierra, a través de la Jerarquía
espiritual y de muchos fieles en la Humanidad, este Evento será único, porque
esta vez Cristo vendrá como ‘Juez’ y ‘Segador’.
Dice el primer verso, que
esto ocurrirá después de “revueltas” (crisis, caos social y guerras) y de
“sacudidas” (eventos naturales, como terremotos, inundaciones y erupciones).
Su descenso pondrá fin a todo y con Su Luz el Mal ya no
proyectará sombra alguna, porque todo estará ubicado tal como es, sin posibles
mentiras, engaños o manipulaciones, en su justo lugar.
Este párrafo nos hace pensar
en que la energía espiritual que proyectará El Cristo al venir como Juez, será de
tal naturaleza y magnitud que nada ni nadie, ni en los cielos ni en la tierra,
podrá rehuir de la verdad de su propio estado álmico, condición, y naturaleza.
No habrá ya más posibles engaños y “el verdadero rostro” de cada alma, es
decir, la verdadera vibración de cada cual, quedará al descubierto, sin
posibles escapes.
El tiempo del reloj se detendrá, y el ORO de la PRESENCIA SOLAR
emitirá su radiación sonora a viva Voz, proclamando “El Nuevo Día”.
“El tiempo del reloj”
representa a una frecuencia de conciencia materialista y egoísta (‘la
frecuencia 12-60’; meses y minutos que equivalen a “ambición, negocio y
dinero”). Con la Venida de Cristo y con su radiación solar-espiritual, esa
frecuencia de conciencia se detendrá, para que comience una frecuencia de
conciencia diferente, de equidad, amor y solidaridad global. Esta es una
interpretación. Otra, (que no anula a la anterior), es que en el momento de la
Venida de Cristo como Juez, “el mundo se detendrá” (figuradamente), es decir,
que todas las actividades internas y externas, de todos los seres, quedarán
como “en suspenso”, porque en ese momento no habrá nada más importante que “EL
JUICIO DE CRISTO”. Todo quedará en completo suspenso, esperando “el Dictamen”
del Cristo Universal. “El tiempo del reloj
se detendrá” es un símbolo de este especialísimo momento único.
La Verdad sepultará al engaño,
El Amor sepultará al miedo y al odio,
Y la Paz terminará con el tiempo de violencia y dolor.
Grandes cosas pasarán, pero el amor nunca pasará.
Estos 4 versos, como sello
final de esta 2° parte de la Profecía, no necesitan aclaración.
III-
Alcance
del Juicio Final
Los ‘vivos’ cantarán la canción de la alegría, y los ‘muertos’,
que vivos creen estar, serán arrastrados hacia sus correspondientes lápidas.
Esotéricamente, solo está
“vivo” el ser humano cuya alma está unida al Espíritu, y en proceso de llenarse
de luz. Está realmente “viva” el alma que adquiere la comprensión de la ética
crística (amor, unidad, cooperación) y vive acorde a esa conciencia. Y está
“muerto” el que, aún poseyendo un cuerpo denso material con energías de deseos
(bajos), ha debilitado la conexión con la Vida Superior de tal manera que, en
algunos casos, se corta tal conexión superior, liberándose así la Chispa
espiritual de la forma densa. Dicho de otra manera, está “muerto” quien, aún
poseyendo un cuerpo denso movido por deseos e instintos, no vive o actúa con
conciencia ética, sino movido por impulsos materialistas, egoístas y mecánicos,
en detrimento de la vida. “Muertos en vida” los hay cada vez más en la Tierra.
Las palabras “vida” y
“muerte” deben entenderse aquí en relación directa al grado de conexión de la
persona humana con la Vida Divina Universal.
Por otro lado, “los vivos cantarán la canción de la alegría”
hace referencia a que, en medio del caos social y telúrico que acontecerá, los
que están “vivos”, en conexión con la Vida Suprema, sentirán una alegría
interior, la cual provendrá, no de causas externas (por que en lo externo habrá
revueltas y caos) sino de saber secretamente que es el fin definitivo del
tiempo del mal, de la ignorancia, del odio, la violencia y la injusticia. Será
un sentimiento único y muy interno, pero real y verdadero. En medio del caos
externo, los “vivos” tendrán una gran alegría interior, espiritual. Pero los
“muertos” solo verán el caos externo, y quedarán “sepultados en la
desesperación”; es este el significado de la palabra “lápida” que aparece en
ese verso de la Profecía.
Las sacudidas aturdirán a muchos, pero serán las últimas.
Luego vendrá un tiempo de Paz en el cual la Nueva Raza nacerá
desde las cenizas, como el legendario Fénix.
La Tierra temblará. Habrá
erupciones, terremotos, tornados, y la atmósfera se llenará de gases y cenizas
volcánicas que no dejarán entrar la luz del sol. Estas son “las sacudidas” de
las que habla este párrafo. En su punto clímax los cambios serán tales que el
Planeta quedará transformado por completo.
En este “nuevo planeta”,
después de ‘un tiempo’, nacerá la nueva raza, la sexta, compuesta por almas
capacitadas para ese nivel evolutivo de conciencia.
El Juicio Final a la actual Raza Aria de la Tierra coincidirá
con un Juicio Mayor, de característica universal, y es este, por lo tanto, un
Evento único y especial.
La coincidencia del Juicio
Racial a la 5° Raza humana terrestre y el Juicio Universal tiene un significado
profundo. Ocurre que el desarrollo de las sucesivas razas humanas en el Planeta
Tierra ha tenido un especial seguimiento de las Jerarquías Espirituales, debido
a que en el humano terrestre se reúnen características raciales múltiples de
diferentes sectores del Cosmos. El ser humano terrestre es, en la actualidad,
un experimento genético único llevado adelante con gran inteligencia y amoroso
cuidado por las Jerarquías Creadoras del Universo. La línea de este trabajo es en
base a un Arquetipo Humano Ideal, y por las características especiales y únicas
del ‘experimento-hombre’ en la Tierra, este proceso está a la vanguardia de la
experiencia evolutiva en el Universo.
Entender esto es de
fundamental importancia para poder comprender el por qué el Planeta Tierra se
ha transformado en un escenario centralizado de la lucha entre las fuerzas
crísticas y anticrísticas cósmicas.
En la actual 5° Raza humana aparece la posibilidad
del desarrollo del intelecto hasta su cumbre de posibilidades. Pero en esta
Época Racial, tal desarrollo no implica o significa un paralelo desarrollo de
la ética y de la sensibilidad, ya que un intelecto desarrollado puede emplearse
para propósitos amorales y antiéticos. Por lo tanto, la Raza Aria es el
escenario para el desarrollo de la mente, pero también el escenario para una
lucha de fuerzas entre el bien y el mal en el interior del hombre. Esa lucha
interna en el ser humano ha estado influida por fuerzas crísticas y
anticrísticas extrasistémicas que han arribado al Planeta hace cientos de miles
de años. La lucha universal entre la Luz
y la Oscuridad se está efectuando en el interior del hombre mismo. El “gran
tesoro genético” que es el hombre terrestre, está en disputa entre las fuerzas
crísticas y anticrísticas del Universo, pero esto terminará con la Venida del
Cristo Universal a poner un Orden nunca antes puesto de tal manera en todo el
Universo.
Recién a partir del
nacimiento de la futura 6° Raza esa lucha interna entre polaridades cesará y cederá
paso a la Intuición y a la Unidad. Pero en el presente ciclo racial esa lucha
aún sigue en pie, y seguirá así hasta el Día del Juicio Final.
Las pautas recién ofrecidas
pueden ayudar a entender la lógica de la coincidencia entre el Juicio racial
del hombre terrestre y el Juicio Universal.
Las señales del “Retorno del Cristo” van más allá todavía de lo
que el ser humano ha podido captar con su entendimiento. Pero todo será paso a
paso esclarecido, y los que deben Ver y entender: lo harán.
En el párrafo anterior a
este se dieron algunas pautas para el esclarecimiento del alcance del
significado del llamado “Retorno de Cristo”. Para entenderlo cada vez más y
mejor la mente debe estar muy abierta, saliéndose de los límites de cerradas
ideologías teológicas y de dogmas religiosos. La realidad de la vida
extraterrestre y su influencia milenaria sobre la vida terrestre debe
incorporarse en las reflexiones, además de incursionar en estudios metafísicos
y esotéricos serios, que darán un sentido de comprensión diferente al conjunto
de la investigación.
Aquí la Profecía anuncia que
“los que deben ver y entender: lo harán”,
dando por sentado que todavía la comprensión de estos temas es deficiente en la
humanidad, aún en los interesados que creen entender. Aún así, “las señales del Retorno de Cristo van más
allá de lo que el ser humano ha podido captar con su entendimiento”. Por lo
tanto, una actitud de apertura constante para ver cada vez más y mejor estos
temas, sin cerrarse en “lo conocido”, es necesaria.
El tema de “La Venida de Cristo”
y el “Juicio Final” debe ir ‘calando’ de a poco en la comprensión de la
humanidad. Si comparamos a ‘la comprensión’ de estos temas con una ‘escultura’
en formación, esta Profecía sería un “cincelazo” más para dar forma a la
‘escultura’ que está dentro del bloque de mármol…
Procuremos hacer lo
necesario para comprender mejor, y difundir, para facilitar a otros la
comprensión.
(Este
párrafo se ampliará en el tema titulado: “UNA REVELACIÓN”).
IV-
El
Planeta X
El gran astro que vibra bajo arrastrará a un gran grupo de
almas, arrancándolas del aura terrestre y llevándolas a su propia esfera.
Este cambio es LEY.
Por Ley de vibración y afinidades todo será reacomodado.
Esto sería parte de los
acontecimientos del Juicio Final con la Venida del Cristo como Juez.
El paso de un gran astro de
enormes dimensiones cerca de la Tierra tendrá un efecto magnético sobre ciertos
grupos de almas y entidades que vibrarán a tono con su energía. Ese “astro
visitante”, actuando naturalmente por Ley de Vibración, producirá una gran
“limpieza” del Planeta Tierra (limpieza energética-vibracional) atrayendo a las
almas afines. Ya vimos, además, que el paso de este Gran Aastro sería una de
las causas de las erupciones secuenciales en toda la Tierra.
En resumen, el Gran Astro ‘visitante’,
al pasar cerca de la Tierra, tendría un efecto doble: uno, sobre las almas; y
otro, sobre la geología de la Tierra. Esto formaría parte de los eventos
propios del Juicio Final.
Los que viajarán en el nuevo Planeta-escuela, “Ajenjo” o
“Planeta X”, tendrán su nueva oportunidad para reiniciar el viaje del alma.
Porque todo allí será reiniciado, prosiguiendo la “Edad de Hierro” en esa
esfera.
El Planeta que se dice que
pasaría muy cerca de la Tierra causando los eventos finales planetarios, del cual
se dice que sería mucho más grande que la Tierra, ha recibido diversos nombres.
Hay quienes lo llaman “Hercólubus” o “Planeta Rojo”. Así se lo llama, por
ejemplo, en las Enseñanzas Gnósticas sobre “Los Tiempos del Fin”. El nombre
“Planeta X” se refiere a un planeta aún desconocido (por eso la “X”), pero que
algunos investigadores creen que existiría como parte del Sistema Solar, pero
con una elíptica diferente a la de los demás planetas del Sistema Solar. Su
nombre antiguo era Nibiru o Marduk (para los sumerios). Este planeta estaría
girando alrededor de la estrella Sirio, y cada 3.840 años pasaría por el
Sistema Solar. Se cree que fue el responsable de la destrucción de un planeta
que antiguamente existía entre Marte y Júpiter, de lo cual quedó tan solo un
cinturón de asteroides. Es el planeta que, en uno de sus pasos por el Sistema
Solar, habría sido además el causante
del hundimiento de Poseidonis (Atlántida).
En esta Profecía se utiliza
como sinónimos a las nombres “Planeta X” y “Ajenjo”, para referirse al ‘astro
visitante que vibra bajo’.
La palabra “ajenjo” es el
nombre de una planta muy ‘amarga’. En la Biblia se llama “Ajenjo” (Apocalipsis 8 - 6 a 11) a
una calamidad que caería sobre la Tierra (algo “amargo”). Todo hace suponer,
por la descripción, que está describiendo a un meteorito. En realidad, primero
habla de “pedrisco y fuego arrojados sobre
la Tierra”, como si fuese una lluvia de meteoritos pequeños como antesala
de la caída del meteorito mas grande (que en realidad, como veremos, serían
dos). El “pedrisco” serían los ‘pedazos’ o “escombros cósmicos” que suelen
acompañar a un astro más grande. Luego habla de la caída de dos meteoritos.
Veamos las escrituras:
“Tocó el
segundo Ángel (la trompeta). Entonces fue arrojado al mar algo como una enorme
montaña ardiendo, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Pereció la
tercera parte de las criaturas del mar que tienen vida (…). Tocó el tercer
Ángel… Entonces cayó del cielo una estrella grande, ardiendo como una antorcha.
Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de agua. La
estrella se llama Ajenjo. La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo
(veneno), mucha gente murió por las aguas que se habían vuelto amargas.”
Ap. Cap. 8.-
(V. 8 a 11)
El “toque de las 7 trompetas” por los Ángeles
simbolizan vibraciones cósmicas impulsadas por Supra-conciencias que operan
sobre la materia produciendo eventos, necesarios para el cambio cíclico. Todo
ocurre de acuerdo a leyes naturales. Este párrafo del Apocalipsis habla de “una montaña ardiendo” y de “una estrella grande” (dos formas que
encontró Juan el profeta para, en aquellos tiempos, describir lo que en su
visión era “un meteorito”; palabra inexistente en su antiguo vocabulario). La
“montaña ardiendo” cae sobre el mar, mientras que “la estrella” cae en la
tierra afectando a las aguas dulces de los ríos y manantiales. Es claro que se
estaría refiriendo a dos meteoritos o a un meteorito que al ingresar a la
atmósfera terrestre quedando incandescente se parte en dos (o se parte antes de
ingresar a la atmósfera). Esas 2 partes del meteorito las nombra este capítulo
bíblico como “la montaña ardiendo” y
“la gran estrella” que caen a la
Tierra produciendo estragos.
Lo cierto es que estos meteoritos que caerían en la
Tierra, formarían parte del gran Planeta X (o Ajenjo, o Hercólubus), que
estaría pasando cerca de la Tierra, y que, más allá de influir gravitacionalmente
(y escatológicamente) produciendo eventos telúricos en la Tierra, tendría un
efecto de atracción magnética de un gran grupo de almas, que serían afines a su
vibración densa. Este párrafo de la Profecía, señala que las almas atraídas por
el Planeta X tendrían la oportunidad de “reiniciar” allí su camino, en
condiciones acordes a la “Edad de Hierro”, que es, dentro de la Evolución, una
época oscura, densa, y de dificultad y dolor.
(Aclaración: Nuestros científicos y
los gobiernos de la Tierra, jamás alertarían al mundo de la proximidad de un
evento de esta envergadura y naturaleza, porque solo lograrían que cunda el
pánico y el descontrol, sin lograr nada. Así que confiar en ese tipo de avisos,
es esperar en vano).
V-
Repoblación
y Nuevo Día
Retornarán a la Tierra los que fuesen llevados durante la gran
revuelta purificadora. Esta fase es la de “la repoblación”.
Aquí, al hablar de ‘retorno’
y ‘regreso’ de seres a la Tierra, se refiere concretamente a que durante los
Eventos Finales habrá una gran EVACUACIÓN de almas. Esa Evacuación será
efectuada por las Naves del Reino de Cristo.
“Y enviará a sus ángeles
con gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos,
desde un extremo del cielo hasta el otro” (Mateo 24-31).
Habrá quienes serán llevados
en cuerpo y alma (la mayoría de las veces adormeciendo la conciencia para
evitar el trauma del traslado a las naves); otros serán llevados en sus cuerpos
astrales por que habrán desencarnado el cuerpo físico. Pero siempre, los evacuados
serán los que merecen, por vibración, ser cuidados y acondicionados para una
próspera etapa futura. (Estos son los “escogidos” a los que hace mención el
versículo bíblico citado). En cambio, los que no sean alzados a las naves,
serán arrastrados por el poder magnético de atracción del “Gran Astro que vibra
bajo”, para iniciar allí otro proceso.
“Entonces,
estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; dos mujeres moliendo en
el molino: una es tomada la otra dejada” (Mateo 24- 40 y 41).
Todo esto no es un tema de
“premio y castigo”, como alguno podría tal vez pensar, sino simplemente un tema
de reacomodamiento vibracional, para que cada alma encuentre su lugar según su
tono vibratorio, y desde allí pueda iniciar nuevamente su camino.
Los que fuesen evacuados por
las Naves serán llevados a diferentes sitios preparados en la Tierra (“arcas” o
“Islas de salvación” como también se las ha denominado) para convivir allí
durante cierta etapa de cambios. Otros serán llevados fuera de la Tierra (y
algunos tal vez hacia alguna civilización avanzada en el interior de la
Tierra), donde serán restaurados, armonizados e instruidos sobre los
acontecimientos. Luego serán devueltos a la Tierra, los que en este Planeta
deben estar en la nueva etapa racial que se iniciará.
Durante ese tiempo, junto a los Egos humanos descenderán también
hermandades alienígenas. Ellos ayudarán al Hombre Nuevo y le enseñarán el arte
de la fraternidad de los pueblos del Universo.
Después de la gran
Evacuación y cuando ya todo el proceso depurador planetario haya pasado, serán
devueltos a la Tierra los seres a los que corresponda esta morada. Este verso
afirma que, durante este evento, descenderán junto a ellos también hermanos
alienígenas.
Las “hermandades
alienígenas” son seres crísticos de razas extraterrestres. La palabra
‘alienígena’ significa extranjero, extraño. Pero tales seres dejarán de ser
“extraños” cuando, en ese tiempo, contacten con el hombre terrestre
amistosamente, y el ser humano pueda ver así “quienes son” realmente estos
hermanos. El ser humano entrará así, con plena consciencia, en la Gran
Hermandad de razas crísticas del Universo.
Será un tiempo de Oro, un “Satya Yuga” para las almas que
calificaron en conciencia-vibración. Así será…; y el FUEGO SOLAR será el Sol
que alumbrará toda la vida.
“Satya Yuga” (sánscrito) significa ‘Edad de la Verdad
Suprema’ (o del Sol, de la Luz, o también: “Edad de Oro”); y el “FUEGO SOLAR”
es la Presencia Crística Universal, la cual será como un Sol de Paz y
Conciencia de unidad que alumbrará el sendero de las unidades álmicas de la
Nueva Raza.
VI-
Un
tiempo de pruebas
Pero antes que todo esto acontezca, habrá muchas pruebas. Es
este un tiempo de pruebas, necesarias para que cada alma tome su natural
vibración correspondiente, asimilando los nutrientes de las experiencias lo
mejor posible. Así, cada alma tomará su justo lugar, definido por sus propios
actos y vibraciones.
La palabra “pruebas” se
refiere a un tiempo de aprendizaje a través de la Ley de Karma. La humanidad
está actualmente en ese período de pruebas kármicas. Los vencedores de las
‘pruebas’ son quienes van “comprendiendo” el significado de las lecciones de la
vida a través de las dificultosas pruebas que la Ley Kármica manifiesta. Cuando
las pruebas van siendo superadas se va elevando así cada vez más la vibración,
“lavando las vestiduras” del alma (limpieza astral y mental).
Solo así el Orden Nuevo podrá ser establecido, sin margen de
error, porque todo sucederá por Ley de Vibración y Afinidad.
Aquí señala la fundamental
importancia que tiene este período de “pruebas kármicas” para la humanidad;
porque esas pruebas son las que van definiendo y reagrupando a las almas según
su real vibración. Del resultado de este período de pruebas se sabrá cuáles
almas califican para vivir en el “Nuevo Orden” Universal.
Cabe señalar que las
“pruebas” para la ‘selección por vibración’ (separación del trigo y la cizaña)
no tienen que ver solamente con el planeta Tierra, como más adelante se verá
(aunque la Tierra sí es ‘un escenario central’ de estos acontecimientos de
alcances mayores).
VII-
Dos
grandes grupos de almas
Habrá crisis, llanto y dolor durante las pruebas finales de las
almas, pero también brillará la luz de la fe, la esperanza y la verdad en los
que superen los obstáculos, sin ceder a las tentaciones.
La tentación será desobedecer a la Voz de la Conciencia.
Valentía será seguir esa ‘Voz’, sacrificando al yo…
Habrá un gran ‘desenlace
kármico’ en la humanidad. Esto ya está ocurriendo, pero se acrecentará y se
acelerará a medida que se acerca el momento del Fin.
Según dice esté párrafo, las
“pruebas” para la “salvación de las almas” (como se le llama en las religiones
cristianas) tendrá que ver fundamentalmente con obedecer, o desviarse, del
mandato de “la Voz de la Conciencia”, durante el gran ´desenlace kármico’ de
los tiempos finales.
Aquí el “yo” es el ego
inferior o personal, cuyas energías de deseos e intenciones son comúnmente
contrarias a la Voluntad Espiritual.
El que comprenda el orden y propósito de los acontecimientos
mundiales será el mejor preparado para estar en pie en este tiempo.
Ese es el sentido,
justamente, de la confección y difusión de estos escritos.
Los que ignoren, pero aún así tengan fe, podrán sacudir sus
calzados y seguir adelante.
Habrá muchos que no estarán
bien enterados de estos temas, pero siendo almas de fe, podrán sobreponerse,
aunque cuando no comprendan del todo lo que estará aconteciendo.
Pero los que solo persiguen los intereses del sectario e
ilusorio yo quedarán prendados del dolor y sacudidos sin cesar por la crisis.
VIII-
Iniciación
y Edades
Recordad: Grupos repletos de almas pasarán a vivir un nuevo
tiempo, una EDAD DE ORO, pero estas serán las almas destinadas a este Sendero
por mérito propio.
En el Juicio Final El Cristo
no tendrá preferencias ni favoritismos, sino que tan solo será ejecutor de LA
LEY. Él dará a cada cual su destino según el mérito propio de cada alma, ni más
ni menos.
(Se
recuerda que lo que llamamos “CRISTO” no tiene que ver tan solo con ‘la
religión cristiana’, sino que Cristo es, para que se entienda bien, el
principio universal de la CONCIENCIA ILUMINADA. Cristo es Conciencia de Unidad,
es la presencia del Amor Universal, y esto no es exclusivo de una religión en
particular.)
Esos grupos de almas se saltearán los tiempos lineales del Kali
Yuga, pasando a vivir en una nueva realidad, en sintonía con su vibración
alcanzada.
Aquí hay que recordar que,
en el Juicio Final, “el reloj se detendrá”
(como dice una parte de esta Profecía), queriendo decir que los ‘ciclos’ serán
reestructurados, al igual que ‘las moradas’ y ‘las almas’. Todo será detenido y
reubicado (después de la gran limpieza) para iniciar una nueva etapa, no solo
planetaria; sino que esto será a nivel universal.
El sendero iniciático está acomodando a grupos de almas para
que, al llegar el tiempo del JUICIO FINAL, cada grupo tome su morada vibratoria
correspondiente, en la Esfera afín.
(Esto refuerza lo dicho en
el párrafo anterior).
Lo que define las “EDADES” (de Hierro, de Bronce, de Plata y de
Oro) es la vibración, no tanto el ciclo de tiempo lineal.
Las 4 Edades (o ‘Yugas) se
suceden consecutiva y cíclicamente durante la Evolución de los seres y los
mundos. Todo pasa por esas 4 Edades, más de una vez. Pero en este párrafo, para
comprender las “Edades”, da prioridad a la “vibración”, y no tanto así al
tiempo cronológico de las Edades. El progreso en vibración es lo que más
importa en la Evolución de las almas.
IX-
Conclusión
Afirmamos:
“La fase final de ‘LAS PRUEBAS’ será el Retorno de Cristo”.
Aquí vuelve a tomar el tema
del “desenlace kármico” que se producirá durante el tiempo del Retorno de
Cristo. “Las pruebas” ya están circulando, pero la etapa final y definitoria
vibracionalmente, de esas pruebas, se darán con el Retorno de Cristo, donde
habrá crisis y caos total debido al reordenamiento energético, y donde los
seres humanos deberán tomar deciciones, durante eventos límites. De acuerdo a
la naturaleza y vibración de esas ‘deciciones’ habrá definiciones, dictadas por
la propia conciencia y el libre albedrío.
Este Evento será “interno”, más que “externo”, ya que El Juicio
o “reacomodamiento vibracional” estará dado en el cielo mental superior, donde
las almas permanecen durante su estancia de aprendizaje.
El Retorno de Cristo y el
Juicio a las almas “será un evento interno, más que externo”. Este es un tema
poco comprendido, debido a que la conciencia humana es aún muy materialista.
Debido a esto el tema del Retorno de Cristo y todo lo relacionado a esa
temática, se suele interpretar a nivel fundamentalmente material y no álmico y
espiritual, como debería ser.
El Juicio será de “almas”,
no de “personas”, y por lo tanto ocurrirá en el plano de vida donde las almas
existen. Ese plano es el cielo mental superior. Mientras el Juicio allí se
produzca, los Eventos a nivel material, en el mundo de las formas externas,
serán como los ‘efectos’ del gran Suceso Interno en el Alma de la Humanidad.
Esa fase final coincidirá con el paso del Planeta X, el de baja
rata vibratoria, con lo cual se facilitará la labor del Cristo y sus Huestes.
Ya se explicó que el Planeta
X producirá un efecto magnético de atracción a su esfera, del grupo de almas
que vibren afín a su estructura. Esto facilitará la labor de las Huestes del
Cristo ya que ‘las naves’ deberán ocuparse solo de la evacuación de un grupo
selecto de almas (las que ‘vibren’ de determinada manera), mientras que del
otro gran grupo se ocupará, por afinidad vibratoria y por Ley de Atracción, el “Astro que vibra bajo”.
Todo se coordina para el mayor bien de la Evolución, según las
Leyes de Armonía, Vibración, y Afinidad.
PAZ.